domingo, 1 de marzo de 2009

Despierta.

Todo ser deberia presuponerse plenamente consciente de la propia existencia, de la certeza de estar ahi, ocupando un lugar en el espacio,un ente en si mismo, una unidad, separado fisicamente y mentalmente de todo lo exterior, y en especial, del otro ser que lo esta mirando.

En esto es lo que podrias pensar cuando, por ejemplo, tras deambular perdido por los bosques de montaña del pirineo francés buscando a tus compañeros de expedición, te topas con un amable oso pardo, erguido sobre sus dos patas, mirandote con indiferencia a cuatro metros de distancia.Te quedas petrificado, no sin antes encogerte ligeramente y adoptar una posicion instintiva de defensa, mas eso lo hace tu cuerpo,pues tus ojos , acompañados de toda tu mente, se fijan en los de el, unos ojos ambarinos totalmente inexpresivos . Y pasan los segundos, ninguno hace ningun movimiento, las miradas fijas, como una mística union que ninguno se atreve a romper, todo el bosque en silencio, dos seres de mundos distintos comunicandose, cada uno enviando al otro la misma información: “existo…, y sé que tú tambien”. Y siguen pasando los segundos, empiezas a sentir miedo, piensas que no podras moverte hasta que el oso se canse y se vaya, te desesperas al pensar que en algun momento tu cuerpo fallará , y con el mas ligero movimiento de tu cuerpo cansado el oso que mira sin ver se abalanzará sobre ti para devorarte. Entonces el oso levanta una de sus amenazantes zarpas sin apartar la mirada y cuando tu cuerpo esta ya a punto de hacer una maniobra de evasión olímpica, el oso te suelta : “¿Oiga, vamos a quedarnos asi todo el dia o entra y le invito a una taza de té?”